
El " loco chacón " como cariñosamente le decían sus compañeros, llega a la ciudad el oro negro, Barrancaberneja, a principios del 1977, con su morral cargado de sueños e ilusiones, sus poemas y su flauta. Ingresa al SENA donde estudia metalistería y de allí pasa a los talleres de mantenimiento de ECOPETROL, donde se consagra como excelente trabajador. Su espíritu inquieto y aguerrido hace que muy pronto se incorpore a las filas de la USO, donde a través del canto hace rápidamente empatía con la clase obrera a quien le ofrece sus acentos populares de inconformidad ante la injusticia. Su voz trasciende las fronteras del sindicalismo y se mezcla con el clamor popular.Empuñando su flauta y sus canciones y con las banderas de la USO levantada, se lanza a abrir conciencias en el pueblo aletargado. Y eso es, lo que no se perdona a un militante de la vida, a un soldado de la alegría y la risa. Y cuando se cerraba la primer quincena del primer mes del 88, cae acribillado por sicarios quienes le dispararon por la espalda, en un calle cualquiera de esa ciudad que el despertó tantas veces en busca de justicia.